miércoles, 4 de noviembre de 2009

La Tierra sin Mal

Hoy nos asombramos porque comprobamos que los diversos pueblos de este continente Abya Yala no son primitivos que entraron al continente correteando detrás de las manadas de renos o lo que sea. Por el contrario, vinieron aquí por propia intención y voluntad, en busca de un lugar -la Tierra sin Mal- y, a pesar de su apariencia material, todas sus aldeas, bosques, pastizales, murallas y túmulos son perfectamente espirituales”.

En un lugar completamente puro y sin mal (sin codicia, sin malas intenciones), las personas podrían emular la Suprema Personalidad de Dios, y vivir una existencia completamente espiritual y por lo tanto, eterna.

En la Tierra sin Mal todas las formas materiales son meros reflejos de formas y actividades que existen en ese reino divino y eterno. Todo en el reino espiritual, las personas, los lugares, los objetos, las condiciones, relaciones, humores, sabores, etc., son expansiones directas de la Personalidad de Dios, y en tal sentido, son partes y porciones inseparables de ese dhama santo. Todo en el mundo espiritual existe solamente para el disfrute irrestricto del Señor Supremo.

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